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204 – André Franquin

por: Mario Dvorkin & Gonzalo García

André Franquin nació en 1924, en Etterbeck, en los suburbios de Bruselas. Como Hergé, uno de sus ídolos de la BD, comparte recuerdos deslucidos de su infancia, una autocrítica implacable y tendencia a la depresión. Con un impresionante talento para el dibujo debutó tempranamente a los 5 años y a los 11 el periódico La Nation Belge ya había publicado un dibujo suyo. Consiguió que lo enviaran a la Academia Saint-Luc en Saint Gilles para estudiar arte en lugar de agronomía como querían sus padres. Durante el primer año de estudio, se hace amigo de una figura importante en el desarrollo de la BD franco-belga, Eddy Paape. Cuando el colegio es cerrado por los bombardeos, Paape lo lleva a los estudios de animación CBA donde dará sus primeros pasos profesionales en el dibujo animando. Allí conoce a los que serán después sus amigos Maurice de Bevere y Pierre Culliford (Morris y Peyó respectivamente).

Cuando CBA cierra, Morris le presenta a Jijé quien se convierte en su maestro y hospedero en su casa de Waterloo. Junto con Will, conformando el célebre “Grupo de los Cuatro”. En un ambiente mas cercano a una colonia de vacaciones que a un estudio de dibujo, se sientan las bases de lo que después será conocido como la escuela de Marcinelle.

Como Jijé era a la sazón, el hombre orquesta de la Editorial Dupuis, de la World Press en general y del Journal de Spirou en particular, André comienza primero haciendo ilustración de portadas en Le Moustique y Bonnes Soirees para pasar a seguir una de las series del maestro cuando este parte en uno de sus viajes exploratorios. En 1946 André Franquin continua Spirou y Fantasio.

Si bien es la figura asociada indeleblemente al mejor Spirou, Franquin no leía en su infancia al personaje creado por Rob-Vel (de hecho no le gustaba la revista Spirou en esa época). Si bien se adaptó al estilo Jijé inicialmente y le aportó el universo por el cual es recordado universalmente, Franquin no se sintió cómodo con Spirou hasta que crea dos personajes emblemáticos que continuará dibujando cuando cede a Fournier la serie en 1968. Nos referimos al “Marsupilami” (1951) y a “Gastón Lagaffe” (1957), figuras que reflejan el amor por la naturaleza y la rebeldía frente al sistema, dos creaciones que representan al verdadero genio de Franquin.

La línea redondeada, mas a la manera de Chic Young que de Jijé, el dinamismo y frescura del trazo y el manejo de los fondos al estilo Hokusei y aparatos tecnológicos como robots y automóviles conforman el estilo Franquin que será el modelo a imitar de toda la escuela de Marcinelle, influenciando a figuras como Peyó, Tillieux, Jidehem, Roba y Will por nombrar sólo a los más conocidos.

En 1955 por diferencias con Dupuis, André Franquin se cruza a la escuela de Bruselas. Hergé, director artístico del Journal Tintin lo recibe con los brazos abiertos. Allí durante cinco años crea la serie “Modeste et Pompon” con guionistas de la talla de Greg y del mismo René Goscinny. Para esta comedia de situaciones de una pareja del inicio de los ’60, Franquin desarrolla un decorado modernista al estilo Bauhaus en el mobiliario y los fondos que unifica su trazo redondeado con los ángulo de Hergé y que será la base del posterior estilo Atom, bautizado así por Joost Swarte, el creador también del concepto del línea clara que será abrazado por la generación del 80 con genios como Ted Benoit, Serge Clerc, Floch y el mejor de todos Yves Chaland.

Recompuesta su relación con Dupuis, Franquin debe dibujar las dos series a la vez. A pesar de contar con un estudio en las sombras que lo ayuda, Franquin siente al sobre-esfuerzo y en 1961 debe postergar el episodio de “Spirou QRN” por una crisis depresiva.

Cuando se aleja de la serie en 1968, Franquin continúa con sus dos personajes mas queridos, el Marsupilami y Gastón. Junto a Yvan Delporte, el singular redactor jefe de Spirou, se dedica a explorar su costado más sensible, antimilitarista, ecologista. Con una visión pesimista o demasiado realista de la actualidad, en un anexo del journal llamado Le Trombone Iluustre, publica sus “Idees Noires” (1977), una colección de dibujos en blanco y negro que revela el lado oscuro de la humanidad. Al cerrar Le Trombone las “ideas negras” son publicadas en Francia en la revista Fluide Glacial de su amigo Gotlieb.

En 1987 deja el “Marsupilami” a cargo de Batem y se dedica a la ilustración y a la animación hasta su muerte en el año 1997 a los 73 años.

Grand Prix de Angouleme, del Adamson Award, Max und Moritz preis, miembro de la exhibición permanente del Centro de BD en Bruselas. Calles, estatuas, parques y hasta un asteroide recuerda a este impresionante autor que cambió el trazo y la forma de narrar de la BD francobelga. André Franquin, motor de la escuela de Marcinelle, ha dejado una influencia que enriqueció la cultura de su época y de todos los años por venir.