307 – La historia de Robin
por: Nico Urich & Gonzalo García
En Mayo de 1939 tuvo lugar el nacimiento de uno de los íconos pop más grandes de la historia: Batman. Bill Finger y Bob Kane dieron luz al cruzado encapotado haciendo que protagonizara aventuras con tintes detectivescos y de suspenso, enfrentándose a millonarios conspiradores, científicos locos e incluso vampiros.
Sin embargo, todo ese universo de villanos y personajes secundarios no era más que mera imaginación de sus creadores; en aquel primer año sólo contamos con Bruce Wayne en su alias de Batman, su prometida Julie Madison y las escasas apariciones del comisario James Gordon. Las interacciones que Batman tenía con otros personajes eran casi nulas y eso se había vuelto un problema para Finger, ya que no sería divertido que el murciélago hiciera monólogos acerca de cómo resolvía sus casos.
Fue entonces que sus creadores, una vez más, recurrieron a la literatura para resolver dicho inconveniente, inspirándose en el detective más célebre de la historia y su fiel compañero: Sherlock Holmes y el doctor Watson. Los personajes creados por Sir Arthur Conan-Doyle serían la mayor influencia para Finger y Kane y así emularon la fórmula de héroe y compañero.
Aún así no estaba todo dicho, faltaba crear al compañero de Batman; y hacerlo igual a Watson no era demasiado acertado. Jerry Robinson, el ascendente ayudante de Finger y Kane, dio con la idea de un personaje inspirado en Robin Hood, cuyo nombre de pila fue justamente Robin y, para poder tener más popularidad con la audiencia infantil, decidieron de hacer de él apenas un niño de unos 10 años. Finalmente, luego de un año del debut en las páginas de Detective Comics, Batman se haría con un ayudante, Robin. De aquí en adelante el tono de las historias será radicalmente distinto.
En abril de 1940 se publicó “Detective Comics #38“, número en el que Robin hace su flamante aparición. Su origen ficticio es más que conocido por todos: Dick Grayson y sus padres, conocidos como los trapecistas “Flying Graysons”, trabajan en un circo al que su dueño era extorsionado por un mafioso llamado Anthony Zucco. Al no conseguir lo que buscaba, Zucco se desquita con sus principales estrellas, los Grayson, asesinando en plena función a los padres del joven Dick. Batman se conmovió por la tragedia y le ofrece a Dick la posibilidad de hacer justicia por sus padres uniéndose a su lucha contra el crimen. Así Dick se convierte en Robin y junto al Murciélago detuvieron a Zucco y a su banda de criminales.
El resto es historia: el éxito de Batman y Robin estalla. Al mes siguiente, en el título “Batman“, Robin comienza a aparecer siempre a su lado. De aquí en adelante el joven maravilla protagoniza todas las historias de Batman, tanto en “Detective Comics“, “Batman” y “World’s Finest“. Se acabaron los días solitarios del caballero Oscuro, y junto a Robin vieron nacer aquel universo rico de personajes secundarios y villanos.
Si bien Batman no podía despegar su capa de la de Robin, el petirrojo sí pudo hacerlo. El fin de la guerra se llevó consigo la popularidad del género de superhéroes y fue así como muchas series cayeron en picada. Para tratar de sostener la situación, la DC de ese entonces decidió renovar los títulos ya establecidos. Fue así como el joven Superman protagoniza sus aventuras en “Adventures Comics” y Robin finalmente ascendió de categoría al estelarizar sus propias historias en “All-Star Spangled Comics”.
Aquí el Joven Maravilla siguió su propio camino y se vio envuelto en tramas poco elaboradas de detectives, sin nada destacable. Su paso por “All-Star Spangled Comics” duró desde 1946 hasta 1953, año en que la reputación de Batman y Robin se vería manchada gracias a los delirios de un psicólogo y su infausto libro “La seducción del inocente”. DC no pudo esquivar los ataques del degenerado autor y decide darle un cambio profundo a Batman en una ya muy debilitada industria.
Durante mediados de los ’50 y principios de los ’60, el editor de los títulos de Batman, Jack Schiff, decide llenar de personajes secundarios al universo del murciélago y situarlo además en historias de ciencia ficción que fueron un producto muy de esa época. Batman abandonó su faceta de detective y se vuelve un aventurero de lo extraño. Robin fue víctima de distintos delirios del editor y sus guionistas. Este cambio tuvo que acabarse debido al escaso éxito y una posible cancelación de todos los títulos de Batman.
En ese momento entra en escena Julius Schwartz como editor y lleva nuevamente a Batman y Robin al terreno al que pertenecían, al de las historias de misterio y acción, enfrentándose a sus clásicos villanos y algunos nuevos también. Durante ese tiempo, Robin se une a un grupo integrado por los jóvenes compañeros de los renacidos héroes de la Silver Age, Kid Flash y Aqualad y un año más tarde llega Wonder Girl para así formar los Teen Titans.
Durante el año 1966 el mundo pasaba por un contexto cultural nunca antes visto: La cultura pop había dominado todos los ámbitos artísticos y de entretenimiento. Y ese año vio la luz la adaptación televisiva de Batman, que junto a Robin sería uno de los éxitos más grandes de todos los tiempos. El tono jocoso y por momentos absurdo de la serie hizo que Batman y Robin dejaran de ser un producto de nicho a uno de masas. Cobraron fama mundial y el dúo dinámico no podía separarse jamás porque era así como el gran público los conocía. Esto afectó a los cómics, ya que las ventas se inflaron por el éxito del show televisivo, y tuvieron que acoplarse al tono de este.
Pero como toda moda es pasajera, la Batimanía terminó y consigo se llevó puesta a la serie y al material original. Las series de Batman volvieron a estancarse en ventas. La decisión sería distanciar a Batman lo máximo posible de la extinta serie de TV, aunque eso conlleve la separación del dúo dinámico. Y es en Diciembre de 1969 cuando los títulos del murciélago dan un giro de 180°: Batman deja la baticueva y la mansión y Dick Grayson termina la secundaria para ingresar a la universidad. El Caballero oscuro y el joven maravilla se van por caminos distintos.
En 1970 las cosas cambiarían aún más. Denny O’Neil junto a Frank Robbins y Neal Adams, entre otros, decidieron devolver a Batman a sus raíces oscuras de los pulps. Dejaría de ser aquel amigable justiciero y se convertiría en una criatura de la noche que aterrorizaba a los criminales. La forma de contar los cómics había cambiado y surgieron nuevos recursos narrativos para hacer historias dinámicas sin la participación de personajes secundarios.
Batman funcionaba muy bien en solitario y Robin ya no era necesario; su rol dentro de los cómics pasó a un tercer plano, más aún cuando el título de los teen titans fue cancelado. Durante un tiempo protagonizó los backups en el título mensual de Batman con historias poco inspiradas en su campus universitario. Sus participaciones quedaron al criterio del guionista de turno y su aparición no era obligatoria. Y así pasaría la década del ’70, con pocas participaciones del joven maravilla aunque las suficientes para darnos cuenta que tanto él como el murciélago habían madurado y evolucionado como personajes.
Ya en la década de 1980, Gerry Conway se hace de los títulos de Batman y uno de sus objetivos era recuperar a Dick Grayson. Lo hizo salir de la universidad, generando un conflicto con Bruce Wayne y vuelve a ser Robin a tiempo completo. El dúo dinámico había vuelto en plena forma, esta vez con más madurez y soltura para ambos. Sin embargo, este regreso no duraría mucho: los New Teen Titans eran un éxito colosal y pasaron a ser el título más influyente de DC Comics. Como no podía ser de otro forma, el grupo era liderado por Dick Grayson, y pasaron a ser mucho más relevantes sus aventuras con los titanes que las que compartía con Batman. Había surgido un conflicto de intereses y los días del dúo dinámico estaban contados. Fue entonces que se decidió que Grayson abandonase el manto de Robin para siempre, sin antes reclutar a un nuevo protegido para Batman.
En “Batman #357” hizo su debut Jason Todd, un joven que junto a su familia formaba parte de un grupo de trapecistas y que luego de verse envueltos con el villano Killer Crock, perdió a sus padres asesinados por éste. Luego de una aventura en la que Batman y Robin se enfrentan contra casi todos sus villanos, Jason se va a vivir con Bruce Wayne a la mansión. Finalmente en “Batman #368” Dick le cede el puesto de Robin a Jason Todd mientras que él asume el rol de Nightwing en las páginas de los titanes. Y así nace el segundo Robin, Jason Todd, que como vimos no se molestaron en diferenciarlo de Dick Grayson. Mismo origen, mismas proporciones y hasta mismo peinado ya que pintaron el pelo rubio de Jason para que se parezca más a Dick.
Jason no era más que un “Dick 2.0”. Su actitud y relación con Batman no era más que una revisión a la relación que tenía con Grayson. Y aunque esta etapa guionizada por Doug Moench fue muy buena, Jason Todd no lograba encontrar su voz propia. Finalmente en 1986, luego de haber pasado la crisis en tierras infinitas y el retcon que trajo consigo, las cosas cambiarían rotundamente. Frank Miller, luego del hito que significó “Batman: Dark Knight Returns”, fue el encargado de redefinir para siempre el origen del murciélago de Gotham City en la historia Year One. Y aunque la historia de Dick Grayson como Robin permaneció casi intacta, no todo quedaría igual. Luego de “Year One“, el escritor Max Allan Collins se haría cargo del título mensual de Batman, donde nos revelaría al nuevo Jason Todd, uno totalmente diferente al que conocíamos del universo pre-crisis.
En junio de 1987 sale “Batman #408“, en donde conocemos a Jason Todd, un delincuente juvenil que al ver el Batimóvil estacionado le roba una de sus cubiertas. Batman al descubrirlo lo devuelve al hogar de Ma Gunn, una anciana que, con su imagen de mujer bondadosa, recluta a chicos de la calle para que le sirvan a sus fines criminales. Batman se entera de los planes de la anciana y recluta a Jason como su nuevo Robin. Luego de aquello Batman y el nuevo Robin se enfrentan a Two-Face que es nada menos que el asesino del padre de Jason. Esta nueva versión era mucho más oscura que la anterior, sin embargo por otro lado, estaba la otra colección, Detective Comics, en donde la dinámica era similar a la previa a la crisis. Todo esto no hacía más que la relación de Jason Todd con los lectores fuese bastante difusa.
En 1988, llegó Jim Starlin como guionista y las cosas empeoraron para Robin. Starlin veía a Jason como una molestia y no se sentía a gusto con él. Más aún cuando en “Batman #424” dejan bien en claro que Robin asesinó a un criminal a escondidas del mismo Batman, y este al sospechar de sus actos, y contando de que lo desobedece a todo momento, la relación entre Bruce y Jason se rompía de forma irreversible. Con todo esto la decisión estaba casi tomada, DC asesinaría a Jason, pero semejante idea era demasiado, ya que el personaje no era más que jovencito de unos 13 años. Fue por ello que DC decidió dejarlo en el poder de los lectores, los cuales votarían entre la vida y la muerte del joven maravilla. La saga “A death in the family” lanzaría dicha encuesta y el resultado fue muerte, y luego de una odisea en la que Jason después de que batman lo despidiera busca a su madre perdida y al encontrarla se descubre que actuaba en complicidad con el Joker, el cual asesina ambos en una explosión. Batman inundado por una sed de venganza caza al joker en una cumbre de la ONU, luego de que el villano consiga inmunidad diplomática gracias al ayatola.
Luego de la muerte de Jason, DC pareció haberse arrepentido, y decidió darle vida a un nuevo sucesor para el manto. Marv Wolfman se encargaría de presentarlo tímidamente en la saga año tres, en donde Bruce y Dick lidian tanto con la muerte de Jason como con la liberación del asesino de los padres Nightwing. Durante los flashbacks vemos a un jovencito que presencia la muerte de los Flying Graysons. Seguido a esto viene la saga “A lonely place of dying” donde este jovencito, llamado Tim Drake, se presenta ante la mansión Wayne y le revela a Dick y a Alfred que él siempre supo que Grayson fue Robin porque recordaba sus movimientos en el circo. Al enterarse de que Batman está en peligro por culpa de Two-Face, Nightwing acudió en su rescate sólo para caer en la trampa de Dent. Es así que el jovencito Drake, calza las mallas de Robin y rescata a la antigua dupla. Luego de que Batman viera los talentos de deducción del joven, decide entrenarlo. Y así, muy de a poco, Drake fue haciendo su camino para ser el nuevo robin, esta vez de la mano de Alan Grant.
Durante ese período de preparación, los padres arqueólogos de Tim caen víctimas del Obeah Man, un criminal con tintes de líder Vudú. La madre muere mientras que Jack, el padre, es obligado a pasar en una silla de ruedas el resto de su vida. Pasada la tragedia, Tim la afronta haciéndose fuerte antes sus miedos, y al vencer al Scarecrow, se recibe de Robin con un nuevo traje que lo diferencia del resto de sus predecesores.
De aquí en más el encargado de contarnos las aventuras de Tim Drake sería Chuck Dixon, que entre 1991 y 1993 lo desarrolló en tres miniseries Y finalmente consiguió algo inédito, un título propio para el nuevo Joven Maravilla. En pleno arco de Knighfall, etapa en la que un lisiado Bruce Wayne comete el error al cederle el manto de Batman a un desquiciado Jean Paul Valley, Tim se corta solo y comienza a construirse un mundo propio, con sus propios villanos como King Snake y aliados como Stephanie Brown alias Spoiler.
La serie de Robin continúa pero eso no impide que aparezca en los títulos de Batman y junto a una familia de aliados en expansión como Nightwing, Huntress y Oracle, le hicieron frente a distintos arcos de historias como “Contagio“, “Cataclismo” y “Tierra de Nadie“. Durante la década de los ’90 hubo un incipiente resurgimiento de los sidekicks: Superboy, Impulse, Wonder Girl y Arrowette se unen a Robin para formar Young Justice, que durante años fue el grupo juvenil por excelencia de DC. Pero como era de esperar Young Justice desaparecería a principios de los 2000 para dar lugar a los nuevos Teen Titans en donde Robin, Superboy, Wonder Girl y Kid Flash se agruparon con los miembros antiguos como Raven, Starfire, Cyborg y Beast Boy.
Lamentablemente, el panorama para Tim se pondría bastante oscuro. Luego de un conflicto con su padre, se vio obligado a colgar el manto de Robin, el cual fue recogido por Stephanie Brown, su novia. Su incursión como joven maravilla no dio frutos, ya que Batman no soportó que lo desobedecieran. Y con el fin de buscar la aceptación del caballero Oscuro, Stephanie es asesinada brutalmente por Black Mask. Pero las tragedias no terminarían para Tim, luego de perder a su novia, su padre cae muerto a manos del captain Boomerang en la saga “Identity Crisis“. Y para terminar, su mejor amigo Conner Kent, alias Superboy, muere en combate a manos de Superboy Prime. Todo esto hace que Bruce decida llevarse a Tim y a Dick a un “retiro espiritual” en donde durante un año desaparecerían para reconectarse con sus motivos.
Aún así, los finales felices no existen en el universo Batman, y lo que parecía un regreso triunfal para Batman y Robin no fue más que un engaño, porque en 2006 llegó Grant Morrison a la serie de Batman y sus planes fueron muy distintos. En “Batman #655” Morrison introduce a Damian, quien era nada menos que el hijo bastardo de Batman y Talia, hija de uno de los más mortales enemigos del murciélago, Ra´s al Ghul. Damian no era para nada como los antiguos robin. Era un niño con la mentalidad de un asesino profesional entrenado por la liga de asesinos de su abuelo y su madre. Y luego de un enfrentamiento entre Batman y Talia, Damian quedó en el medio del conflicto. En 2009, luego de la muerte del caballero oscuro en “Final Crisis“, los antiguos Robin como Dick Grayson, Tim Drake y el renacido Jason Todd se enfrentan por el manto del murciélago. Y como no podía ser de otra forma, Dick sería el nuevo Batman.
Y como todo buen Batman, también tiene que tener su buen Robin, y en este caso fue Damian. Grant Morrison junto a Frank Quitely lanzan “Batman and Robin“, título en el que Dick y Damian aprenden a soportarse uno al otro y transforman una relación de mentor y protegido a una de hermano mayor y hermano menor. Damian Wayne aprendió a dejar la violencia por una actitud de comprensión gracias al apoyo de Dick y Alfred. Pero como es bien sabido, Bruce Wayne no duraría mucho tiempo muerto y volvería a tomar su rol como el caballero oscuro. Y en 2011, Bruce y Damian finalmente protagonizaron un nuevo título en conjunto, en donde la relación padre e hijo era el principal motor de la serie. Damian Wayne es el Robin titular desde ese entonces, que luego de idas y vueltas con su padre, relación que se vio reforzada luego de la muerte y resurrección de Damian, y aventuras con Jonathan Kent, el hijo de Superman, sigue protagonizando distintas series de Batman y otros títulos como Teen Titans y Supersons.
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