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Como construir una historia

por: Claudio Díaz

Como algunos saben, tuve la suerte de trabajar contratado para varias editoriales durante muchos años, y eso me ha ayudado muchísimo a desarrollar el oficio. Mi intención es transmitirles todo lo que pueda de mi experiencia y ayudarles a volcar al papel sus ideas.

Ya vimos “Estructura básica de una historia” y “Estructura básica de la obra: Elementos” en notas previas. Hoy veremos como construir una historia compleja sin confundirse ni enmarañar al lector. ¿Existe un método para evitar que esto suceda? Pues sí, existe, y es muy sencillo.

Pensemos en un arquitecto al cual le piden que levante un edificio de muchos pisos que luego van a habitar varios inquilinos, cada uno de ellos con sus ocupaciones y problemas propios. El edificio debe contar además con espacios de circulación para todos, como pasillos, escaleras y ascensores. ¿Qué es lo primero que necesita este arquitecto?

Adivinaron, lo primero que necesita es un plano. Ni más ni menos. Un plano.

Y eso es lo que debemos trazar nosotros antes de comenzar a escribir la historia, cuando esta nos resulta muy compleja. Un plano en el cual veamos el sitio que cada personaje va a ocupar, así como los lugares comunes en los cuales van a cruzarse, y todo ello armado sobre un eje central que es el que marcará el sentido de lectura de la obra.

La Historia como un Edificio

Para facilitar las cosas, imaginemos que la planta baja es el prólogo de nuestra narración. La puerta de entrada es el primer párrafo. Cada piso será un capítulo, y así hasta llegar a la terraza, a la cual podremos llamar epílogo. La cantidad de pisos la elegiremos nosotros de acuerdo a la extensión de la historia a contar.
Los ascensores y las escaleras son líneas de tiempo, todas llevan al final –la terraza–, pero lo harán de distinta manera y a distintas velocidades. Algunas quizás se usen sólo una vez y otras durante toda la narración.

Hagamos una prueba:
Un personaje –o más– puede ingresar por la puerta principal en el primer párrafo y actuar su parte durante el prólogo, solo o junto a otros personajes que ya se encuentren allí esperando. Aquí tendremos un evento muy interesante, disparador de toda la trama, y con suficiente gancho como para atrapar a los lectores.
Luego los personajes se separan y, como narrador, seguiremos a uno de ellos, al que llamaremos Juan, hasta el capítulo uno –el primer piso–.
Aquí Juan actuará solo o con otros personajes que ya se encuentren allí, amigos o enemigos, protagonizando este acto de la trama para luego pasar al piso dos.
Si es el héroe de la historia es probable que, como autores, lo sigamos capítulo a capítulo y lo utilicemos para que nuestra narración avance. Es lo mismo que decir que Juan avanza por la escalera, sin saltear pisos. Pero como dijimos antes, tenemos ascensores también en nuestro edificio, y eso permite que personajes o tramas secundarias dejadas momentáneamente varios pisos atrás puedan retomarse otra vez y tengan ahora la prioridad.

Si nos parece, podemos enviar a Juan por el ascensor varios pisos arriba, y quedarnos con otro de los personajes por un tiempo, haciendo avanzar otra de las tramas que componen nuestra historia.
De este modo, algunos personajes de nuestra obra irán ascendiendo por la escalera piso a piso en el rol protagónico, mientras otros lo harán en ascensor y no los veremos hasta que se requiera su presencia; o incluso pueden turnarse, saltándose capítulos completos cuando el suspenso lo pide.
En el último piso tendrá lugar el gran final y, de ser necesario, agregaremos un epílogo en el cual se aclaren las consecuencias de ese final y que equivaldrá a la terraza.

Ejemplo: El Habitante de las Cumbres Heladas

La ilustración que acompaña esta entrega de “El Oficio del Escritor” es la estructura de uno de mis cuentos, presente en “Relatos de Terra Incognita”. Es un cuento sencillo, pero sirve como ejemplo.
En el capítulo uno tenemos a los tres personajes juntos hasta que uno de ellos se separa del grupo. En el capítulo dos vemos lo que sucede con este personaje en solitario. Finalmente, en el capitulo tres volvemos a los otros dos personajes, a quienes luego se unirá el que faltaba antes de terminar la historia.
Aquellos que hayan leído el relato podrán comprenderlo mejor; los que no lo hayan hecho igual entenderán el concepto. Y si esta nota los anima a leerlo mejor todavía, me habrán dado una gran satisfacción.

Espero que este post les haya sido útil. si es así me sentiré muy contento. Si tienen alguna duda pueden escribir y consultar a nuestro correo o Facebook. ¡Gracias por leer!