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341 – La serie de Lois Lane

por: Nico Urich & Gonzalo García

En 1934, mientras los jóvenes Jerry Siegel y Joe Schuster seguían desarrollando el concepto de Superman, se concibió la idea de Lois Lane, que serviría a su vez de compañera e interés amoroso del hombre de acero. Creada a partir del personaje cinematográfico Torchi Blane e inspirada visualmente por la secretaria de la dupla autora, Joanne Carter, quien más tarde se convertiría en la esposa de Jerry Siegel. Así es como Lois hizo su debut en Action Comics #1, como compañera y colega de Clark Kent en el Daily Star. La historia cuenta que luego de que Superman la salvara de una experiencia cercana a la muerte, expondría a la luz pública al hombre del mañana. La atracción de ella hacía Superman fue casi instantánea, mientras que su alter-ego, Clark Kent, sólo le provocaba rechazo, tanto por ser su principal competidor en el diario como por su cobardía.

Lois era representada como una reportera sumamente astuta, con un instinto por las noticias envidiable, tanto así que no tardaría mucho en sospechar que Clark Kent y Superman son la misma persona, un secreto que siempre se le termina escapando de las manos. Sin embargo, su astucia como periodista chocaba con su carácter temerario, algo que la metería en problemas incontables veces. Afortunadamente, siempre contaba con la ayuda y protección del hombre de acero. Y así, mientras la popularidad de Superman crecía, la de Lois Lane también lo hacía. Fue de ese modo que Lois encontró un lugar propio dentro de la serie homónima de Superman con una serie propia.

Luego de haberse terminado la tumultuosa década de 1940, la popularidad de los superhéroes cayó en picada. Las editoriales tuvieron que transformarse, y muchos de los títulos orientados al género desaparecieron, otros viraron al género del western, al bélico y al romántico. Sin embargo, Batman, Wonder Woman y por supuesto Superman resistieron a los años ’50; de hecho, el hombre de acero parecía ser invulnerable a las bajas ventas, porque su popularidad seguía igual de fuerte y sostenía a la National Publications, la hoy DC Comics. De hecho, esta década fue de gran éxito y expansión para Superman, ya que el auge de la ciencia ficción permitió que el editor Mort Weisinger ideara conceptos hoy conocidos por todos los fans, como la Zona Fantasma, la botella de Kandor, villanos como Brainiac y Titano con sus rayos de Kryptonita.

Pero también crecieron muchos de los personajes ya establecidos como Jimmy Olsen, el que llegó a su pico de popularidad consiguiendo su propia serie, tarde o temprano le iba a llegar el turno a Lois Lane, y así fue en 1958 con su título “Superman’s girlfriend: Lois Lane”.

Lois, durante aquellos años, había cambiado un poco con respecto a su primera década como co-protagonista de los títulos de Superman. El periodismo, que era su gran pasión, había quedado en un segundo plano. Ahora su razón en la vida era finalmente concretar su noviazgo con Superman, algo que era imposible aquellos años por diversos motivos; todo lo contrario a la actualidad, más de 60 años después, en el que son un matrimonio constituído. Y eso sería el eje principal de la serie, las desventuras y líos que rodean la relación de Lois y Superman. Durante aquellos años, el género de historietas de romance estaba en auge, pero el tono no iba a tan acorde a titulos publicados por la propia DC como Young Romance o Young Love. Por el contrario, las historias de Lois iban por un lado más satírico y cómico, algo que hacía que la relación entre ambos personajes se volviera un tanto más intensa y problemática. Historias en las que surgían otros intereses románticos para el hombre de acero, algo que hacía que la joven reportera estalle de celos. Algunos episodios giraban en torno a tretas y bromas que Superman y el resto del entorno de Lois le hacían a ella para que creyera que finalmente ambos se casarían. Y algún que otro episodio en la que ella era víctima de un experimento. Aún así, había lugar para la Lois periodista, que se infiltraba en organizaciones criminales para destapar alguna gran noticia.

Sin embargo, la otra gran co-protagonista de la serie no sería otra que Lana Lang, el amor de la adolescencia de Superman en Smallville, que se instala en Metrópolis para trabajar en el Daily Planet y así competir por el amor del hombre de acero. Al correr de los episodios ambos personajes se han maldades la una hacia la otra, incluyendo que ambas consigan superpoderes, que una encierra a otra a la zona fantasma, que la transformen en niña y otra cantidad de “travesuras” que han inundado las páginas de la serie.

En escasos episodios se ha dado la oportunidad de conocer un poco más la historia de Lois, como por ejemplo a sus padres, que por aquellos años su padre Sam Lane era un granjero, y no un general del ejercito anti-kryptoniano como en la continuidad post-crisis. También conocimos su infancia, y como ya estuvo unida de algún modo a otro con un niño Kal-El que todavía no había sido enviado a la Tierra. Su primer encuentro con Superboy (que se contradice totalmente con el primer encuentro que se había presentado en las propias páginas de Superboy) e incluso su primer día de trabajo en el Daily Planet.

Lamentablemente, a estándares actuales, la serie de Lois se hace infinitamente repetitiva, las historias y los conflictos siguen siendo los mismos, y más allá de que algún numero sorprenda por la imaginación y por la desfachatez (como por ejemplo un triángulo amoroso entre Lois, Jor-el y Lara), se torna aburrida con el correr de los episodios. Sin embargo, eran los años ’50 y ’60 y afortunadamente las series de Superman habían adoptado un formato de historias que eran imaginarias, que daban un paso al frente y se corrían un poco de esa continuidad sumamente estática. La serie de Lois gozó de varias de ellas, algunas por fin entregándonos a la reportera como esposa de Superman y otra en la que decide casarse con su reformado némesis Lex Luthor, u otras en las que ella es la villana.

En la parte gráfica, la serie contaba con los dibujantes estrella de Superman de aquellos años como Wayne Boring, Al Plastino y Curt Swan. Sin embargo, el más destacado y el más influyente fue Kurt Schafferberger, que con su estilo menos arraigado al realismo y un poco más funny, supo interpretar el tono de las historias como ningún otro. Los personajes llenos de expresividad le sumaron mucho más al humor del título más que ningún otro artista. Y su Lois desprende mucho más carisma de lo que había hecho anteriormente.

La serie de Lois duró muchos años, de hecho entre 1962 y 1965 llegó a ser el tercer título de cómics más vendido en Estados Unidos. Pero al terminar la década del 60, los nuevos paradigmas sociales provocaron que el tono jocoso de la serie desaparezca, dando lugar a uno mucho más dramático y romántico. Es así como en el número 80 de la colección, el titulo pasó a llamarse Lois Lane a secas, y nos presentó a una Lois con un look y una actitud diferente, tanto así que el dibujante sería Ross Andru, en lugar de Kurt Schafferberger. Lois, cansada de las idas y vueltas de Superman para con ella, decide abandonar el Planet y Metrópolis para olvidar para siempre al hombre de acero.

Ya en los años ’70, los cómics de Superman no vendían tan bien como antes, y sus series spin-off como la de Jimmy Olsen, Lois Lane y Supergirl serían canceladas para ser contraídas en una nueva serie llamada Superman Family. Aquí se continuaron las aventuras de Lois en solitario por algunos años más hasta que finalmente fue cancelada debido a las constantes crisis que vivió DC durante la segunda mitad de la década de 1970.

Sin embargo, las historias de Lois continuaron dentro de los títulos de Superman y Action Comics, donde su protagonismo creció cada vez más. Lois se ha convertido en un personaje igual de central que el hombre de acero, pero esto quedará para otra ocasión.