257 – Origen de los zombis en la historieta
por: Mario Dvorkin, Claudio Díaz & Gonzalo García
Si bien no todos los seres humanos temen a la muerte, a la mayoría nos aterra la posibilidad de que los muertos se levanten de sus tumbas. Todo lo relacionado con los cadáveres o zombis nos llena de aprensión: el olor producto de la descomposición, la flora cadavérica, los tejidos en distintos estados de desintegración y hasta el mismo esqueleto humano se convierten en una visión tan espeluznante que explicaría el por qué los diferentes modos de disponer de los fallecidos (entierro, cremación, etc.) no sólo como un modo de asegurar su descanso eterno, sino de asegurar por la salubridad de los vivos, que los muertos no regresen.
Las leyendas de los no muertos, o seres que no se encuentran en ninguno de los dos lados, han surgido en casi todas las civilizaciones con el fin de aterrar niños y adultos por igual: vampiros, ghouls, momias, esqueletos, revenants ingleses, draugars vikingos, jiang shis chinos, todos pueden levantarse de sus sepulcros y generar devastación y terror entre sus antiguos cofrades aún vivos.
Estos relatos han alimentado la literatura escrita y grafica casi del inicio de la civilización y se han trasladado con mucho éxito al cine y a la televisión. Sin embargo, uno de entre estos seres se ha convertido en el no muerto mas emblemático de los últimos tiempos y en la amenaza mas peligrosa de la humanidad en conjunto. Nos referimos a los zombis.
La leyenda de los zombis tiene su origen en Haití y está directamente relacionado al Vudú que se practica en esta isla. La palabra zombi designa un muerto mágicamente resucitado por el hechicero (bokor) y que queda al servicio del mismo sin voluntad alguna. Estudios antropológicos posteriores sugieren que la muerte del sujeto podría ser aparente mediante el uso de sustancias neurotrópicas que simulan el deceso y que la resurrección efectuada por el bokor supone el uso de un antídoto y que la falta de voluntad y esclavitud del zombi podría deberse a otro tipo de sustancia psicotrópica que anula la voluntad. Independientemente de esta supuesta base biológica, la superstición de los zombis además de asociarse metafóricamente con la esclavitud o la muerte social. Se traslada a la literatura fantástica en el siglo XVII con la obra “El zombi del Gran Perú” de Pierre de Blessebois en el año 1697.
Esta figura del zombi corpóreo que ha perdido la voluntad y la conciencia (el Ti Bon Ange haitiano) prende en los Estados Unidos con obras como “The Magic Island” (1929) de William Seabrook, la película “The White Zombie” (1932) de Victor Halperin y los escritos de la folclorista Zora Hurston. Inflama la imaginación de artistas del género de terror del pulp y de los comics en los años ‘30 y ‘40.
Pueden ver la película completa “The White Zombie” en inglés haciendo clic en la imagen:
Desde estos primeros comics, los zombis llegarán al gran público a través de las geniales publicaciones de la EC. Los zombis del modelo haitiano son invitados frecuentes de estas publicaciones, que se encuentran lejos aún del zombi actual. Posteriormente, cuando se crea el Comic Code como una forma de censura de las editoriales, entre muchas otras cosas, se prohíbe el uso de la palabra “zombie”.
El paradigma zombi comienza a cambiar en el año 1962, con la película “El carnaval de las almas”. En esta, no aparece el zombi como tal, sino muertos que aparecen para acechar al personaje principal constantemente; son entidades independientes e inmunes a los poderes míticos. George Romero y su emblemática película “La noche de los muertos vivos” a finales de los ‘60 son los que terminan de hacer el cambio al “zombi moderno”. Son los muertos vivos actuales que suponen una amenaza global, comen carne humana y son propagadoras de la plaga.
Es esta imagen del zombi la que es catapultada a la población general con el video clip de Michael Jackson “Thriller”, en los ‘80 lo que desencadena una catarata de películas y series que pueblan el universo actual de la industria del entretenimiento.
A la paranoia original de la posibilidad de la resurrección de los muertos y de la perdida de la personalidad del zombi haitiano se agrega ahora el terror a la invasión, no ya desde el espacio exterior, sino de ultratumba y el aniquilamiento de toda la humanidad por la diseminación de una verdadera plaga de la que nadie está seguro. Así, a la industria del apocalipsis nuclear, se agrega ahora la del apocalipsis zombi, con el florecimiento inevitable de negocios, manuales y academias de entrenamiento para sobrevivir a la hecatombe.
Dentro de los comics, a la primer oleada en revistas como “Diary of Horror”, “Tomb of Terrors”, “Chamber of Chills”, “Dark mysteries”, “Thrillig Mysteries”, “Adventures into the unknown”, “Web of Evil”, “Thrills of Tomorrows” (actualmente accesibles en un compilado de la IDW publishing, Zombies por Craig Yoe y Steve Banes) y los grandes títulos de la EC (“The vault”, “Tales of the Crypt”, “The tomb”) y sus herederos de la Warren, “Creepy” y “Eerie”, se agregan posteriormente publicaciones de la Atlas, “The Zombie” de Stan Lee y Bill Everett en 1953 seguida por “Tales of the Zombie” en la Marvel de los ‘70.
Quizás la serie más conocida de zombies es “The Walking dead” de Robert Kirkman cuyo título tomó de un comic indie canadiense y se convirtió en una serie emblemática actual de la televisión. Los primeros 6 episodios fueron dibujados por Tony Moore y luego los realizó Charlie Adlard. Kirkman es responsable luego de la saga de Marvel Zombies.
Es tan impresionante la cantidad de películas, series, videojuegos, libros, historietas y hasta desfiles sobre este personaje que nos hace pensar en el poder de la industria del entretenimiento que logra que la explotación humana trascienda hasta los límites de la vida misma.
Casos de “zombificación” en la vida real puede ser aquellos enfermos de Kuru. Esta es una enfermedad que ataca al sistema nervioso y su causa es una proteína infecciosa que se encuentra en el tejido cerebral humano; es encontrada entre habitantes de Nueva Guinea, quienes practicaban una forma de canibalismo donde comían los cerebros de los muertos como parte de un ritual funerario. Una enfermedad similar a esta es la denominada “Vaca loca” donde las vacas eran alimentadas con un balanceado que contenía restos bovinos.
En el siguiente link podrán escuchar la segunda parte de los zombis:
Episodio 262 – Plaga Zombi con Juan Dartiguelongue
— o —
Te invitamos a seguir leyendo.
Envianos tus consultas a través del email hola@gcomics.online.
Son bienvenidas las propuestas e ideas.
También podés escuchar nuestro PODCAST.
Encuentra los libros que publicamos en papel en NUESTRA TIENDA.
— o —
Seguinos en Telegram, Facebook, Instagram y en Twitter para estar actualizado sobre las novedades de historietas y dibujo.
Estamos también en Google Podcast, Spotify, Itunes, Ivoox, Stitcher y TuneIn.