176 – Primeros Mangas y Animé en la Argentina
por: Gonzalo Garcia & Claudio Díaz
Vamos a hacer un recorrido por los primeros Mangas y Animé publicados en la Argentina para saber que pasó antes de la aparición de la editorial Ivrea en los kioscos con la cantidad de mangas impresionantes que edita. Todo parece indicar que con Ivrea estalló el manga en argentina y se afirmó entre el público.
Pero lo cierto es que hubo publicaciones de manga, incluso originales, de las que nadie se acuerda. Algunos dibujantes han explorado el estilo del manga hace décadas. A algunos los conocemos y a otros no. Pero la pregunta que surge es ¿Qué fue primero, el manga o el animé en Argentina?
A principios de los ‘70 podemos encontrar en la tv a Astroboy y Kimba, el leon blanco de Osamu Tezuka. La primer serie de Astroboy, realizada en la década del ‘60, se tradujo al llegar al episodio 110 aproximadamente. Fueron traducidos primero al inglés y luego al castellano latinoamericano. Como la serie era en blanco y negro, en los ‘80 se realizó una nueva a color. La serie de Kimba ya era a color pero en Argentina la veíamos en blanco y negro porque no todavía no había televisores a color. Los episodios de estas series eran dramáticos, algunos también tristes, que impactaron a muchos en nuestra infancia. La muerte estaba muy presente en Astroboy desde el primer episodio, ya que la muerte del hijo del profesor Tenma es la causa de la creación del pequeño androide.
Hay algunas pistas de que las cosas empezaron en el año ‘68. Japón tenía mucho interés en que su cultura expandiera sus fronteras y llegara al exterior. En Argentina la colectividad japonesa era bastante grande y de algún modo llega Ultraman a la television local. Ultraman no era un anime sino una serie con actores que personifican seres con poderes que crecían de tamaño para luchar con bestias gigantes. Se emitió en argentina desde el año ‘68. Billiken se hace eco de esa popularidad de la serie de Ultraman y compra los derechos del manga del mismo personaje que se publicaba en Japón. Podemos decir entonces con toda certeza que el manga y el anime llegan a la Argentina mucho antes que Astroboy y Kimba. La revista Billiken no sólo difundió la BD franco-belga, además publicó por primera vez manga en Argentina.
En la década de 1970, junto a la popularidad de Astroboy y Kimba, tenemos a Robin, el interplanetario, una de las series mas adoradas por los jóvenes de aquella época porque fue la primera que era continuaba episodio a episodio al estilo Robotech. Era necesario ver los capítulos día a día para entender la historia, ya que el orden era importante y cada capítulo contenía la clave de la evolución del personaje y de la trama.
Luego, la editorial MoPaSa en el año 1975, en un gesto arriesgado, se dedica a publicar las historietas de Astroboy. Sin la adquisición de los derechos ni el contacto con los editores originales, contrató distintos dibujantes argentinos para crear historias alternativas, entre ellos el dibujante que firmaba como Prys quien se podría considerar como uno de los primeros mangakas argentinos.
Lo curioso es que los niños no confundían el dibujo animado japonés con el chino. Todos los animes tenían al comienzo o al final los créditos en escritura de signos Kanji. Para nuestra generación siempre fue claro el origen japonés del manga y el animé.
Por aquella época, Japón se había convertido en el país puntero en tecnología, en el desarrollo de computadoras y en robótica. Era lógico asociarlo con las historias de género mecha o con robots.
Meteoro viene a continuación, compuesto por 52 capítulos a color. Es notable lo bien narrada que está la serie, la correcta composición de cada toma y el trabajo impecable de storyboards. Un animé muy notable y avanzado en su estilo.
Meteoro creo escuela en varias áreas. Fue el primer anime pensado exclusivamente para la venta en occidente. El primero en hacerse todo a color. También existió una revista de Meteoro, un total de 39 números, con historias diferentes a las de la serie de animé. Constaba de 80 páginas con 3 historias diferentes. Se publicaron del año 1975 al 1978, con Clemente Montag como dibujante destacado.
A continuación, Heidi produce el primer bum a nivel ventas en Argentina. El personaje se hizo presente en todas las vidrieras, jugueterías y librerías del país. Entre todo el mechandising, incluidos discos de vinilo, se vendía la revista “Heidi”que tuvo un total de 27 números. Publicada por la editorial Tucumán Argentina con ilustraciones redibujadas a partir de los fotogramas.
La historia de Heidi está muy bien ambientada y detallada, con un guión sólidamente construido.
Luego llega a la tv la serie Marco, también con gran éxito. Tiene un condimento especial ya que en un momento de la historia Marco viene a la Argentina a buscar a su madre. Las historias eran más crudas que en Heidi ya que el personaje debía de enfrentar en soledad las vicisitudes y dificultades de la vida.
A fines de los ‘70 comienzan a desaparecer las publicaciones locales de manga. Habría que esperar hasta 1982 a la aparición de la revista “Mazinger” para el retorno del manga a estas tierras. Un poco antes, se había comenzado a emitir la serie de “Raymar el capitán” o “Capitán Harlock”…
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