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115 – Entrevista a Juan Martín García Guevara

por: Gonzalo García, Juan Martín García Guevara & Catalina García

Hago Tiritar Los Pastos nace por cesárea bajo el nombre de Juan Martín García Guevara un 16 de Septiembre de 1988. Crece en una familia de clase media porteña, mostrando ciertos dones (que serán refugio, cárcel y salvación también) desde temprana edad. Estudia en colegios religiosos hasta que termina por descreer de todo excepto, por desesperación e inevitabilidad, de sí mismo. Se especializa en Comunicación Social y Periodismo y comienza a trabajar como bocetista, fondista y entintador de cómics a los 16 años para publicaciones como Tex, Jessy, Wendy y Revista Genios a través de su querido maestro, jefe y colega Gonzalo García. Publica por primera vez una historieta de su autoría llamada “La Sombra” en Revista Virus de Editorial Perfil, casi sin volverlo a intentar hasta ahora. Terminado el secundario comienza la carrera de Diseño Gráfico en la Facultad de Arte, Diseño y Urbanismo de la UBA, que concluye exitosamente sin jamás retirar el título. Se ha desempeñado allí como docente de la cátedra Doberti-Iglesia de Teoría del Habitar. También ha enseñado dibujo de manera particular, ha trabajado como ilustrador  y diseñador freelance y vendido sanguches en la playa. Ha ganado premios menores por sus cuentos, poesías y algún mural.

Alma Riquelme

Juan Martín García Guevara nos cuenta:
“Historia de Alma Riquelme y Lo Guacho empezó a surgir en mi cabeza al leer hace varios años cuando cayó en mis manos, el relato folclórico “Marta Riquelme”, de William H. Hudson, que invito a cualquiera a leer. Mientras me aproximaba al final de aquel relato, prefiguraba lo que iba a pasar, pero esto no se dio por entero, con lo cual empecé a fabricar mi propia versión. El desierto jujeño se volvió pampa, el pueblo de volvió Villa Eterna (vastísimo “barrio carenciado”), los indios se volvieron “cabezas”, “guachiturros” o como sea que se pueda decir, el relator se transformó en una versión azulada de mí mismo, y la dama en apuros tomó los rasgos de quien está a punto de traer a la tierra a mi primera hija.

Viajando por ecuador en el 2012 aparecieron los primeros bocetos (la viñeta inicial de la historieta da algún indicio del contexto) y de a poquito estos fueron volviéndose la obra final (¿cuánto habrá tomado ese proceso, un año, dos, más? Recuerdo que hubo un larguísimo abandono antes de que juntar todo lo que hacía falta pa terminar y publicar algunas copias).
Collage, manchas, mixtura de técnicas… Desde lo estético busqué dejarme bien abierto el campo de juego, para no aburrirme con demasiadas constantes y pocos variables. Tanto desde el guión como desde la imagen creo que busqué una aproximación más bien poética, donde no primara tanto la narración lineal y clara de una cadena de circunstancias, sino un clima, un sentimiento, una sensorialidad que impactara sin si o si pretender ser decodificada racionalmente. Ni idea… Alberto Breccia en la imagen, David Lynch en la dirección poética general… quizás esas hayan sido las principales influencias.

Por último: Hoy me encuentro por Colombia, quieto desde hace más de un año en el hermoso pueblo de San Agustín. Al poco tiempo de haber llegado acá realicé en qué modo mucho de lo que podrán leer en la historieta había terminado siendo realidad, premonición. Puede que no haya sido culpa de la obra, puede que no exista conexión causal, pero efectivamente algo de lo que la historieta dijo se materializó en mi vida personal y la de mis seres queridos. Por eso sentí el impulso de deshacer (o retocar) el hechizo, haciendo una segunda parte. Y comencé. Ahora que esta primera Historia de Alma Riquelme y Lo Guacho llega a ustedes quizás tome el ímpetu necesario y continúe con el nuevo experimento. En algunos meses u años podré contarles si el acto psicomágico logra el éxito o mejor nos reímos de andar flasheando cosa semejante.”

Facebooks:
La vida misma: Hago Tiritar Los Pastos
Pintura para todos y todas: Oyacá Soluciones Artísticas

En el siguiente enlace pueden leer “Alma Riquelme y Lo Guacho“