Distintas Vertientes dentro del Género Fantástico
por: Leonor Ñañez, Caro Panero y Claudio Díaz
La Fantasía Heroica
También conocida como espada y brujería, nombre que propusiera Fritz Leiber en los años sesenta, se caracteriza por desarrollarse en otros mundos muy distintos al nuestro. La ambientación suele ser de estilo medieval, antigua, prehistórica o extremadamente futura, en la cual es notable la ausencia de tecnología o donde está pobremente desarrollada y ha sido reemplazada por la magia y los artefactos mágicos.
Aquí lo que importa, tanto para el autor como para los lectores, es lo que le sucede al protagonista y a sus amigos o relaciones muy cercanas. Todo lo que viven, sufren y combaten lo hacen para salir del peligro o para obtener una recompensa. De este modo resulta un género fantástico que acerca a sus personajes y los coloca al mismo nivel del lector. Demás está mencionar que el comportamiento de los habitantes es más bien bélico, épico, y están acostumbrados a grandes batallas, al manejo de armas y a la presencia de magos y hechiceros. Aquí podemos destacar por encima de todos la Edad Hiboria de Conan el Bárbaro, los cuentos de Zothique de Clark Ashton Smith y los relatos de Fafhrd y el Ratonero Gris del mencionado Leiber, entre otros.
La Fantasía Épica
En ocasiones llamada alta fantasía (no está muy claro debido a qué, ya que no es intrínsecamente mejor que otras categorías, ¿será por la altura de los elfos?), es muy similar a la anterior, pero aquí el o los personajes centrales no tienen tanto peso como la misión a cumplir o la proeza a realizar. Para ser más claros, la vida de los personajes centrales no es tan importante como salvar el mundo, pudiendo morir algunos de ellos (sino todos) durante el desarrollo de la historia (El Señor de los Anillos, Canción de Hielo y Fuego y unos cuantos más).
Se destaca también por una nutrida presencia de seres mitológicos (pueden ser grifos, dragones, sirenas, elfos, pegasos y muchos más) o seres fantásticos pura y exclusivamente salidos de la imaginación del escritor (como los hobbits o la pantera mágica que acompaña a Drizzt Do’Urden en Reinos Olvidados, Guenhwyvar). Su mayor exponente, sin lugar a dudas, es la obra de J. R. R. Tolkien.
Una característica muy habitual en este tipo de fantasía es el hecho de que el héroe, o el personaje que emprenderá el camino del mismo, suele llevar una vida común y corriente, por no decir anónima, libre de sobresaltos, pero en un momento determinado esto cambia radicalmente y se ve impulsado (por motu propio o por otras razones) a salir al mundo y cumplir una misión específica que lo supera.
Ciencia Ficción Fantástica
Ya mencionamos la diferencia entre la Fantasía y la Ciencia Ficción; sin embargo aquí nos toca hablar de su retoño, la ciencia ficción fantástica o para los amigos la ciencia fantástica, también conocida en Europa como fantaciencia. Podemos recurrir a la definición utilizada por Rod Serling, escritor de la famosa serie televisiva norteamericana Dimensión Desconocida, “la ciencia ficción hace posible lo imposible, mientras que la ciencia ficción fantástica hace verosímil lo imposible”.
Es decir que este subgénero matiza con toques de realismo aquello que no puede llegar a suceder en el mundo real ni siquiera bajo ciertas condiciones o circunstancias científicas. En otras palabras, es ciencia ficción que se ha alejado tanto de la ciencia que termina siendo fantasía. ¿Ejemplos? La saga de John Carter de Marte de E. R. Burroughs, la película Gremlins de Joe Dante, la novela Almuric de Robert Howard.
Fantasía Oscura
La fantasía oscura o terror fantástico no es otra cosa que la combinación entre fantasía y elementos propios del terror. Son obras ficticias cuya ambientación es más bien siniestra, oscura, tenebrosa, y las sensaciones que transmiten al lector son las de opresión, horror y espanto. Si bien su definición no es del todo sencilla se puede resumir en un argumento distintivo en el cual la humanidad (o una raza o pueblo) se ve amenazada por seres o fuerzas sobrenaturales que están fuera de la comprensión humana.
Su mayor exponente ha sido H. P. Lovecraft, su ciclo de Los Mitos de Cthulhu es un extraordinario ejemplo. Por otro lado, se ha utilizado este subgénero para darle una visión diferente a historias clásicas, esta vez contadas desde el punto de vista del monstruo o villano. Incluso el autor busca interiorizarse en la psiquis del personaje sobrenatural, como lo es en el caso de las Crónicas Vampíricas de Anne Rice o The Sandman de Neil Gaiman.
Fantasía Moderna o Contemporánea
Dentro de este subgénero se clasifican las historias que, pese a tener elementos irreales, su escenario es el mismo que el nuestro; es decir, el mundo real de cada día. No dejemos que esta definición nos engañe; aquí podemos encontrar quizás mayor variedad que en los apartados anteriores.
Suelen tener protagonistas adolescentes o muy jóvenes que van creciendo de historia en historia, y que comúnmente desconocen del todo el ambiente mágico o sobrenatural en el cual se ven inmersos; de este modo permiten que el lector aprenda y explore este nuevo escenario a través de los sentidos del protagonista.
En la fantasía contemporánea destacan las sagas de Harry Potter y de Artemis Fowl, por poner los ejemplos más conocidos.
Realismo Mágico
También llamado realismo fantástico, engloba las narraciones que contienen elementos fantásticos pero tomados por los protagonistas como parte normal y frecuente de sus vidas. A menudo, estos elementos están tan integrados que resultan difíciles de diferenciar de la ficción lisa y llana, y suelen ser utilizados para denunciar o poner de manifiesto inequidades o injusticias, aunque de un modo poético.
Gabriel García Márquez es uno de los exponentes más claros; Italo Calvino es otro; La Metamorfosis de Kafka es un buen ejemplo; la película Milagro en Milán de Vittorio de Sica también, obra inolvidable del neorrealismo italiano; y hasta nos queda sitio para algunos de los cuentos de Jorge Luis Borges, aunque este autor nunca estuvo de acuerdo con tal denominación.
Y tantos subgéneros más…
Es cierto; aún podríamos generar otros apartados, puesto que como hemos dicho antes, cada autor de fantasía pone de su parte elementos nuevos o combinaciones de los ya existentes para crear algo distinto; un ejemplo muy claro es Terry Pratchett, creador de la saga Mundodisco, para quien deberíamos crear un subgénero especial; el humor fantástico, o para ser más exactos, la parodia fantástica.
Gracias por leer. Nos vemos en la próxima parte de este informe sobre Literatura Fantástica. ¡Hasta entonces, amigos!
— o —
Te invitamos a seguir leyendo.
Envianos tus consultas a través del email hola@gcomics.online.
Son bienvenidas las propuestas e ideas.
También podés escuchar nuestro PODCAST.
Encuentra los libros que publicamos en papel en NUESTRA TIENDA.
— o —
Seguinos en Telegram, Facebook, Instagram y en Twitter para estar actualizado sobre las novedades de historietas y dibujo.
Estamos también en Google Podcast, Spotify, Itunes, Ivoox, Stitcher y TuneIn.