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Adios a Kevin O’Neill (1953-2022)

por: Mario Dvorkin

“Todo pasa y todo queda, pero lo nuestro es pasar… “. Así definía lo efímero de la vida humana en su poema “Cantares“, el genial poeta español Antonio Machado. Y si bien es cierto que nuestras vidas representan solo una estela en el océano de la existencia, condenada a no durar, los artistas tienen la ventaja de dejar una huella aún más perdurable a través de su obra. Y nos gusta pensar que mientras sigamos leyendo estas obras, sus autores están de alguna manera presentes entre nosotros, ayudándonos a transitar nuestra propia aventura temporal.

La semana pasada se fue otro de los grandes artistas de la historieta de nuestra era: Kevin O’ Neill, reconocido principalmente por haber ilustrado la obra de Alan Moore, la Liga de Caballeros Extraordinarios entre otros títulos.

Nacido en el sur de Londres, este dibujante estuvo vinculado a la historieta desde su temprana edad primero con los fanzines para luego pasar a la industria editorial a los 16 años, colorear títulos de Disney hasta sus inicios en la historieta para adultos con su colaboración con Pat Mills para la revista 2000AD a fines de los ’70. De está época son los títulos “Ro-Busters“, “Terror Tube“, “Nemesis the Warlock“, con un estilo diametralmente opuesto a la ilustración para niños.

A mitad de los ’80, O´ Neill comienza su colaboración con otro compatriota, Alan Moore para DC con “Linterna Verde“, aunque su estilo crudo y hasta cruel, típico de la 2000AD, choca de lleno contra el Comic Code americano de esa época. En 1986 DC publica la novela gráfica “Metalzoic“, creada por el dúo Mills-O’Neill; en 1987 el mismo dúo publica “Marshal Law” para Epic Comics (en el mismo registro que Watchmen de Moore) y en 1999 se publica La Liga de los Caballeros Extraordinarios, el famoso cross-over entre superhéroes y personajes de la ficción europea de todos los tiempos (Cap. Nemo, Alan Quattermain, Dr. Jekyll, el hombre Invisible, Mycroft Holmes, Dorian Gray) creado en la imaginación de Moore.

Si usted no tuvo la oportunidad de leer alguna de sus obras, es un buen momento para hacerlo y revivir aunque sea un instante, la estela dejada por este creador, fiel a su estilo y apasionado por este arte que todos amamos.

¡Hasta pronto Kevin!